Quito fue el aroma perdido y encontrado
La primavera desatada en la mitad del mundo
La luz avasalladora en caída libre,
La energía vital para despertar hambriento
Devorando sus calles y su gente
Siendo parte de los empedrados
Mezclando en piel y el sudor de sus tejados
Altura interminable de volcanes
Magia desatada en mi sangre
Quito puebla el alma
Se transforma en descubridor
Revocando su nunca rol conquistador
Se intercambia entre quebradas
Se vuelve integrador entre sus aguas
Caídas y circundadas en laderas
Las bajadas de Guapulo y sus pinturas
Fueron la bienvenida para siempre
Al cielo destrozado y sus muros aplastados
Mi pies quedaron gravados
Entre hierbas y curanderas
Entre curias y prostitutas
Sus jugos callejeros y sus santos ensangrentados
Fueron el delirio de un Quito vivo
Tomado por asalto y reivindicativo
Fuiste siempre mágico
Tus tertulias de pintores y poetas
Me mostraron lo interminable de mi vida
Me volviste fuente de mis notas
Sacaste la mejor partitura del ahora
Para el destello de teatros y patriotas
Me despido de ti, de el y el mañana
Te encuentro para siempre
Sin dar vuelta Quito se vuelve eterno
No hay comentarios:
Publicar un comentario